La diócesis de Córdoba ha recibido el cáliz profanado y rescatado de la iglesia sirocatólica de Qaracosh, una de las de la llanura de Nínive amenazada Daesh en Oriente Medio. La pieza, traída a España la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada, quiere ser una muestra de la persecución de los cristianos en el mundo.
Después de recorrer doce templos diocesanos, la Basílica de San Juan de Ávila de Montilla y el Convento de Santa Clara lo recibieron para reconocer en él un testigo de tantos cristianos que
permanecen fieles a Cristo en medio de persecuciones y tribulaciones. En el monasterio de santa Clara también se elevaron preces por ellos y por su fidelidad, y para pedir al Señor que los proteja y guarde.
Tras ser recuperado por los militantes, que lo utilizaron para afinar la puntería de sus armas, el cáliz se volvió a consagrar y, desde entonces, no ha parado de viajar por todo el mundo, se aprecian incluso los destrozos que le ocasionaron las balas. Después de recorrer doce templos diocesanos, Montilla recibió este cáliz para reconocer en él un testigo de tantos cristianos que permanecen fieles a Cristo en medio de persecuciones y tribulaciones.